domingo, 18 de octubre de 2009

Perder la confianza junto con los regalos




Nadie va a discutir las bondades del correo electrónico en cuanto a su rapidez, intercambio -incluso llegando justamente a quien  no deseamos por algún dedazo/descuido-  facilidad, etc. pero tiene un gran inconveniente:.  no se pueden enviar objetos a través de él.


Siempre he confiado en el correo postal y no solo mando y recibo correspondencia a través de él, sino también me facilita y abarata el enviar algún regalito sencillo a mis familiares de distintas edades y en sitios geográficos disímiles.  Así llegó el chal  para mis futuras sobrinas nietas Sofía e Isabel a Chile y Alemania, sueter, gorro y pantalones para el austral Arturo (nacería en Punta Arenas, en los confines del mundo), una enciclopedia completa de plantas para mi hermana paisajista, servilletas de lino para mi abuela Estela y así surtí de pequeñas cosas, hechas o compradas a quienes deseaba agasajar.

Pero llegó el servicio express tales como DHL, UPS, TNT, Fedex y otro montón de siglas conocidas por todos que hacen la competencia al servicio postal común pero más caro y más rápido aunque a veces no sea tal.

Si el correo quiere competir de verdad con estos otros servicios tiene la batalla perdida porque, aparentemente, las líneas aéreas lo están boicoteando y lo digo por esto.  El día 1º de septiembre envié por correo certificado un regalo hecho por mi a dos sobrinas pequeñas que cumplen años en este mes.  Según el correo de Costa Rica salieron hacia Chile dos días después y ya estamos a 16 de octubre y aún no han llegado a Santiago.  O sea, llevamos 43 días y no pasa nada.  Con el sistema de control a través de los códigos de barras resulta fácil hacer el seguimiento y aquí tenemos un problema al estilo de educación antigua: "Si el paquete salió el día 3 de septiembre a Chile y allá no ha llegado hasta el día 16 de octubre ¿quien lo tiene?"

4 comentarios:

Fernando dijo...

Hola, Soledad, espero que tengas más suerte que la que tuve yo. Había leído en un post que el correo argentino funcionaba muy mal, y pensé que era una exageración. Pero una amiga mía estuvo en la Patagonia en marzo pasado y desde ahí me mandó una postal. La postal no llegaba, no llegaba, ella me preguntaba pero la postal no llegaba, al fin la recibí ¡¡en septiembre!!, a la vuelta de mis vacaciones.

Lo peor no era eso, sino que en el matasellos, además del tampón argentino, ponía otro de "México DF". ¿México está entre Argentina y España?

AleMamá dijo...

México entre Argentina y España.... pero hay más cacos aún entre Escazú y Puchuncaví, jeje

Soledad dijo...

En algún país nórdico (perdón por no recordar el nombre) hace apuestas de día, hora, minuto y segundo de cuándo se desprenderá el hielo y pase bajo un puente. Así podríamos hacer nosotros apostando en qué fecha llegará la encomienda. Quizás les pueda servir de blusa los vestidos, que va a saber uno del futuro de la moda.

Soledad dijo...

Solo para cerrar este capítulo.
Presenté el reclamo formal en diciembre y esperé a que Chile resolviera qué pasó con el paquete y por último vino el terremoto del 27 de febrero del 2010 y ¿qué iba a estar preguntando tonteras en medio de tanta calamidad? Lo di por perdido y parece que el recibo también porque nunca más lo encontré así que ni siquiera la indemnización pude cobrar.

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