Conversando con algunos amigos en casa recordaron una anécdota muy simpática que muestra muy claro como son (o eran) de sencillos los ticos.
En Guatemala se celebraba una reunión con los directores de las oficinas de planificación de Centroamérica y por Costa Rica no sólo estaba el jefe máximo sino también su ministro de hacienda.
Durante una de las ponencias los otros representantes dan su opinión y luego decían ‘pero quisiera escuchar la opinión de Su Excelencia’. Otro director, otra ponencia y también esperaba la opinión o que Su Excelencia, al menos, que no se opusiera. Al rato de estar en esas Jaime Botey, el director, toca con el pie al ministro y le susurra ‘Huevón, Su Excelencia sos vos’ y Alvaro Hernández nos dice con tanta gracia ‘¿Y cómo querían que supiera si a mi solo el Mosco me dicen’?
3 comentarios:
¿Viste qué lindo está quedando?
eficiente la secretaria, jeje
Eso de arriba lo dijo la secre bajo la identidad usurpada.... y ésto también
Besos
¡chachÁAAAAnnnnnnnnn! ahora yo.
Muy lindo post, divertido, genial como todos esos cuentos. Sigue urgando en la memoria propia y ajena para conservar la memoria de todos esos viejos sinvergüenzas y geniales
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