lunes, 3 de agosto de 2009

Compartiendo parásitos intestinales


Costa Rica está en América Central pero es muy diferente al resto de los países de la zona y por supuesto esto le acarrea algunos problemas con sus congéneres por un lado y a los ticos los hace sentirse orgullosos de su país, aunque algunas veces se caiga en la franca pedantería. Para muestra un botón.

Desde hace más años de los que se sacan las cuentas ha habido una preocupación constante para combatir y erradicar enfermedades endémicas como parásitos o malaria en un comienzo, para seguir con tuberculosis, poliomielitis, viruelas, sarampión y otro montón de enfermedades que afortunadamente están en retirada aunque desgraciadamente mantenidas vivas por algunos como medidas 'defensivas'. Pero volvamos a la Costa Rica de los años '30-40 cuando mi marido era niño.

En ese tiempo se estaba trabajando en la prevención de las enfermedades intestinales así que a todos los niños y niñas (para estar acorde con los tiempos) se les exigía llevaran una muestra de heces en una fecha determinada y el colegio de Edgar no era la excepción.

El día indicado llegaron todos con sus muestras menos un grupo de 4 o 5 chiquillos entre ellos dos de los cofrades de mi marido y él, generosamente ofreció salvarlos del castigo así que fueron a la farmacia, compraron unas cajitas para este fin y con una paleta de helado compartió la muestra con sus compañeros. Todo en orden, todo perfecto.

La sorpresa fue mayúscula cuando, algunos días después llaman al grupo y los interrogan para aclarar el asunto. Como todos los niños se miraban asustados por un lado y con la gran incógnita de cómo habían logrado saber del reparto salvo que fueran brujos y ahí les aclararon que era improbable hubiera seis niños con los mismos parásitos así que debían explicar la situación.

Una buena lección de biología.

4 comentarios:

AleMamá dijo...

Genial la historia. Desde la perspectiva de una vida parece mucho tiempo, pero para un país ¡es nada!

Sigue sacando del cajón de los recuerdos y hazle publicidad a tu sitio. Vale la pena.

AleMamá dijo...

¡Ah! el personaje con que está ilustrado es "El pequeño Nicolás" si no lo conoces, trata, te encantará.

Soledad dijo...

Se me quedó en el tintero que uno de los 'beneficiarios' de la muestra fue Carlos Alberto Echandi. Quizás inspirado por esta anécdota estudió Microbiología y uno de los hijos siguió sus pasos

Irma Rodríguez dijo...

La generosidad de Edgar no tiene límites. Lo demostró desde pequeñito.

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