La historia es real pero no recuerda los nombres de los protagonistas pero sí el país, Honduras.
El Presidente decide visitar algunos lugares a donde lo han invitado y lleva a su secretario personal. Llegan a la Universidad y lo recibe el Rector, lo lleva por sus instalaciones y le va explicando todas las necesidades de materiales, profesores, infraestructura, etc. y le decía a su secretario 'Abelardo anote, tome nota'. De allí se van al hospital más importante y lo mismo, el Director de le solicita laboratorios, patólogos, vacunas, más personal, camas y menos enfermos y el presidente insiste en que tomen nota de las demandas. Al final de la tarde fueron a la cárcel y el alcaide le explica necesitan más gendarmes, armas, rejas, mejor comida, camas y leyes. Abelardo siguió tomando nota como un loco.
Cuando regresan a Casa Presidencial le dice 'A ver, Abelardo, léame las solicitudes...........Mire, lo del Hospital, olvidémonos; son demasiadas cosas, todo muy caro y no tenemos presupuesto para salud. ¿Lo de la Universidad? No vale la pena, esos chiquillos son unos revoltosos y causan problemas por nada, así es que borre de la lista todo eso. mmmhhh, lo de la cárcel sí, porque uno nunca sabe'.
Observaciones, anécdotas y vivencias de una chilena avecindada en Costa Rica, país al que quiere como propio...bueno, casi... y de sus parientes y amigos
lunes, 31 de agosto de 2009
Tome nota, Abelardo...
sábado, 8 de agosto de 2009
Estadísticas. Cuento de mi negro
miércoles, 5 de agosto de 2009
Su Excelencia
Conversando con algunos amigos en casa recordaron una anécdota muy simpática que muestra muy claro como son (o eran) de sencillos los ticos.
En Guatemala se celebraba una reunión con los directores de las oficinas de planificación de Centroamérica y por Costa Rica no sólo estaba el jefe máximo sino también su ministro de hacienda.
Durante una de las ponencias los otros representantes dan su opinión y luego decían ‘pero quisiera escuchar la opinión de Su Excelencia’. Otro director, otra ponencia y también esperaba la opinión o que Su Excelencia, al menos, que no se opusiera. Al rato de estar en esas Jaime Botey, el director, toca con el pie al ministro y le susurra ‘Huevón, Su Excelencia sos vos’ y Alvaro Hernández nos dice con tanta gracia ‘¿Y cómo querían que supiera si a mi solo el Mosco me dicen’?
lunes, 3 de agosto de 2009
Compartiendo parásitos intestinales
Desde hace más años de los que se sacan las cuentas ha habido una preocupación constante para combatir y erradicar enfermedades endémicas como parásitos o malaria en un comienzo, para seguir con tuberculosis, poliomielitis, viruelas, sarampión y otro montón de enfermedades que afortunadamente están en retirada aunque desgraciadamente mantenidas vivas por algunos como medidas 'defensivas'. Pero volvamos a la Costa Rica de los años '30-40 cuando mi marido era niño.
En ese tiempo se estaba trabajando en la prevención de las enfermedades intestinales así que a todos los niños y niñas (para estar acorde con los tiempos) se les exigía llevaran una muestra de heces en una fecha determinada y el colegio de Edgar no era la excepción.
El día indicado llegaron todos con sus muestras menos un grupo de 4 o 5 chiquillos entre ellos dos de los cofrades de mi marido y él, generosamente ofreció salvarlos del castigo así que fueron a la farmacia, compraron unas cajitas para este fin y con una paleta de helado compartió la muestra con sus compañeros. Todo en orden, todo perfecto.
La sorpresa fue mayúscula cuando, algunos días después llaman al grupo y los interrogan para aclarar el asunto. Como todos los niños se miraban asustados por un lado y con la gran incógnita de cómo habían logrado saber del reparto salvo que fueran brujos y ahí les aclararon que era improbable hubiera seis niños con los mismos parásitos así que debían explicar la situación.
Una buena lección de biología.
domingo, 2 de agosto de 2009
¿Que me salió ¡¡¡¡¡QUÉÉÉÉ!!!!!!?
Ahora, en vez de salir de casa y caer en algún atasco vehicular y/o nos asalten (que puede ser un "atraco corriente" o con el parqueo, peaje, etc.) podemos optar por la tecnología y nos envíen vía e-mail los resultados. Como no llegaban decidí tomar el teléfono y consultar qué sucedía.
Me atendió una niña muy amable y le expliqué mi problema y me dice con voz de dueña del negocio: "Sus exámenes están listos. Dio positivo en: alcohol, cocaína, marihuana". Mi sorpresa fue mayúscula y, junto al ataque de risa, pregunto ¿Está segura de que son mis exámenes? Y ahora con una voz más potente y segura dice: "Sí". Da mi nombre y dos apellidos sílaba por sílaba y dice POSITIVO EN ALCOHOL, COCAÍNA Y MARIHUANA".
Entonces le digo con mi tono más dulce que quizás hay un error, porque mis exámenes eran perfil de lípidos solamente porque, sin ánimo de querer pasar por santa, nunca me atreví a probar las drogas en mi adolescencia y menos lo haría ahora que soy una adulta candidata a la tercera edad.
sábado, 1 de agosto de 2009
Por ahora no tengo blog
Soledad