Según una una estadística que mide ¿quien sabe qué? determinaron que Costa Rica es el país más feliz del mundo ante lo cual los ticos* y los avecindados pensamos por mitades que tenían razón y otros tantos que de donde sacaban eso, que no se lo había preguntado a los ticos.
Como avecindada me considero dentro del primer 50%, o sea, que son felices con las cosas sencillas y no hacerse problemas por las cosas grandes sino echarlas a la broma (como la caída de muchos puentes por el aumento y violencia en las lluvias y en vez de angustiarse han publicado en blogs e internet la creación del primer subterráneo del país enre otras cosas).
Para graficar la felicidad con lo sencillo tengo un gran ejemplo.
Fui, como todos los sábados a las 6 de la mañana, a la Feria del Agricultor para encontrar las verduras frescas, con temperatura agradable para todos y además ver a todos mis conocidos del Tai Chi, caseros, y el mismo público que semana a semana nos vemos allí.
Me encanta esta feria porque, aparte de sus vegetales y verduras están los marimberos con marimbas pequeñas o grandes, el señor que toca guitarra, mendigos de toda índole y limpieza o suciedad, los muchachos que me cuidan el auto, la señora que arrienda los ex carros de supermercado para no cargar las bolsas con lo que vamos comprando, los muchachitos que ofrecen llevar el carrito, chinos de todas edades y condiciones sociales que van a comprar sus verduras típicas a otros chinos avecindados acá, personas que solicitan ayuda para nobles causas que nadie sabe donde van a parar, las rusas que hacen pupusas salvadoreñas, los alemanes con su repostería y salchichas que nos invitan a degustar sus sabores y el café tico con su aroma penetrante y sabor exquisito, las flores tropicales y las no tanto conque adorno mis floreros, etc.
El otro día nos encontramos con un señor vestido con chaqueta larga negra, pantalón y zapatos del mismo color aparte de una boina. No recuerdo si andaba con audífonos pero si su gran sonrisa y dirigiendo una gran orquesta imaginaria. ¿Cual fue la reacción de todos los concurrentes de la feria a esa hora? Nos unió una gran sonrisa. Nadie pensó que estaba loco o drogado. El comentario que todos escuchamos fue que estaba oyendo música clásica cuando a nadie le constó esto y que feliz dirigía trombones, flautas o timbales.
¿Cierto que es el país más feliz? Por supuesto y doy fe de ello.
Como avecindada me considero dentro del primer 50%, o sea, que son felices con las cosas sencillas y no hacerse problemas por las cosas grandes sino echarlas a la broma (como la caída de muchos puentes por el aumento y violencia en las lluvias y en vez de angustiarse han publicado en blogs e internet la creación del primer subterráneo del país enre otras cosas).
Para graficar la felicidad con lo sencillo tengo un gran ejemplo.
Fui, como todos los sábados a las 6 de la mañana, a la Feria del Agricultor para encontrar las verduras frescas, con temperatura agradable para todos y además ver a todos mis conocidos del Tai Chi, caseros, y el mismo público que semana a semana nos vemos allí.
Me encanta esta feria porque, aparte de sus vegetales y verduras están los marimberos con marimbas pequeñas o grandes, el señor que toca guitarra, mendigos de toda índole y limpieza o suciedad, los muchachos que me cuidan el auto, la señora que arrienda los ex carros de supermercado para no cargar las bolsas con lo que vamos comprando, los muchachitos que ofrecen llevar el carrito, chinos de todas edades y condiciones sociales que van a comprar sus verduras típicas a otros chinos avecindados acá, personas que solicitan ayuda para nobles causas que nadie sabe donde van a parar, las rusas que hacen pupusas salvadoreñas, los alemanes con su repostería y salchichas que nos invitan a degustar sus sabores y el café tico con su aroma penetrante y sabor exquisito, las flores tropicales y las no tanto conque adorno mis floreros, etc.
El otro día nos encontramos con un señor vestido con chaqueta larga negra, pantalón y zapatos del mismo color aparte de una boina. No recuerdo si andaba con audífonos pero si su gran sonrisa y dirigiendo una gran orquesta imaginaria. ¿Cual fue la reacción de todos los concurrentes de la feria a esa hora? Nos unió una gran sonrisa. Nadie pensó que estaba loco o drogado. El comentario que todos escuchamos fue que estaba oyendo música clásica cuando a nadie le constó esto y que feliz dirigía trombones, flautas o timbales.
¿Cierto que es el país más feliz? Por supuesto y doy fe de ello.
*TICOS = habitante de Costa Rica. Se usa más que decir costarricenses.
2 comentarios:
¿Cómo no va a ser así? si todo va bien, ¡felices! y si no, ¡salado!
Ahi se demuestra que la sensación de felicidad lo la hace el dinero, cosas pequeñas suman un todo.
Que linda descripción de la feria, es que me imagine estar ahi.
René
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