Hoy juega Brasil su primer partido por la Copa del Mundo y todos estamos ansiosos de verlos y disfrutar de sus genialidades y magia con la pelota.
Estoy dando clases de tejido y asisten pocas alumnas. El tema de conversación por supuesto es el juego y no hacemos mucho más hasta mediodía en que todo el mundo, a pesar del horario hasta la una tomamos carteras y bultos y a correr cada una a su auto para llegar con tiempo a la casa a sentarse frente al televisor.
Salgo a la carretera y me encuentro con que todo el mundo decidió ir a almorzar a su casa así que estoy en medio de una hora punta extra y los vehículos no se mueven. En un recorrido de 12 minutos llevo 30 y estoy a mitad de camino por lo que decido darle tiempo al descongestionamiento y paso al banco en donde seguro tendrán un televisor y los cajeros atenderán rápido para ver el partido. Hay poca gente, no hay televisor y solo dos cajeras de 14 atendiendo al público (las mujeres siempre eficientes).
Termino mi gestión y está lloviendo a la antigua: de arriba para abajo y en abundancia, lluvia tropical en su esplendor así que un cuidador de carros me pasa bajo su paraguas generoso, vuelvo a la carretera recargada y todos ahora escuchando por radio el término del primer tiempo porque ninguno alcanzó a llegar a su casa.
Este caos lo sigue produciendo Brasil y su futbol aunque digan que no es el de antes. Mañana le toca a mi país y con mucha ilusión de que les vaya bien ya que, después de tanto dolor y sufrimiento con lo del terremoto de febrero el país necesita una alegría grande. ¡¡FUERZA CHILE, FUERZA CHILE!!
1 comentario:
Ganamos 1-0 contra Honduras
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